Principiante, no hay principio; el principio se hace al empezar.

“¿Y qué se empieza?”. Pues el principio.

“Ya, pero ¿el principio de qué?”. Yo qué sé. Si lo supiese no haría falta empezarlo—empezaría otra cosa. El principio lo es todo hasta que deja de serlo. En ese momento no es nada.

“Joder, sigues con tus mierdas.”

Sí.

Volviendo al tema, el principio son dos cosas ahora mismo: es que eres, y que las cosas son como son. “Vale, bien. Entonces ¿qué eres?”. No sé, ¿por qué lo preguntas? “Pues porque lo acabas de decir”.

Hmm…

Ah, ya entiendo.

Veamos, toma dos. El principio son dos cosas: es que ahora mismo eres, y que ahora mismo las cosas son como son. ¿Ahora lo pillas? “Sí”. Es que eres. “Ya”. No es qué eres. “Que sí, que ya lo he pillado, pesado”.

Muy bien. Con esto, hemos llegado al final del principio. Ya empezaremos otra vez por el principio. “¡Joder, otra vez me dejas a med